Se advierte


ADVERTENCIA: El contenido de este blog puede herir la sensibilidad o el equilibrio emocional del lector, el cual se hará cargo de sus propias sensaciones. La creadora de este blog y sus escritos (autobiográficos o no) se reserva sus propios derechos, tanto el del silencio como el de no dar explicaciones.

Después de esto, si se atreve puede empezar a disfrutarlo, sino... hay miles de blogs más esperando que lo haga en ellos.

7/3/18

Perpendicularidad

Me bajo en el andén 8, comienza mi ritual, anticipándome a gente sin rumbo pero con dirección, gente dubitativa, o gente con menos impaciencia que yo, con esas minimaletas (que haría prohibirlas a ciertas horas y en ciertas baldosas) pero como no tengo la potestad para ello, inventó un nuevo deporte olímpico, esquivarlas y anticiparme a que sus dueños se detengan en seco y se produzca una colisión efecto cadena, evito a los comerciales que me preguntan si tengo trabajo, evito los donuts y la bollería industrial de las cafeterías por las que paso, y por fin consigo salir de Atocha. Cruzo semáforos en rojo, bajo Rafael de Riego como si llegara tarde a una entrevista de trabajo o a cualquier cosa importante de la que pudieran depender mis días futuros. En cinco minutos llego a su portal, con el pecho como si acabara de realizar una prueba de esfuerzo, pero no es cansancio, son nervios, respiro hondo antes de tocar el telefonillo, me abre, y en los 50 metros que me separan de su puerta, me coloco el pelo como naturalmente puedo y tengo, para que no parezca que vengo deseosa de verla (en un pedestal pondría a quien se le ocurrió colocar espejos en los pasillos de los portales).

Finalmente, toco su puerta, es invierno, le doy mi llegada con la sonrisa que me caracteriza y un superabrazo atemporal mientras blasfema que cómo puedo estar en manga corta cuando ella está helada de frío... y no la suelto (cómo decirla que vengo haciendo la Spartan Race saliendo de Atocha, seguido de un sprint para llegar a meta, mejor me callo y sigo sonriendo).

Me encanta ella, me encanta cuando me mira y cuando le hago una maratón de tonterías elocuentes, me encanta cuando me busca y me cuida, cuando me hace un hueco en los cajones de su mesita de noche y en su armario, me encanta como encajamos, en la siesta, en los paseos, en la cama, en los bares... en nuestros días. Puede que seamos algo "pendiente" del pasado, de hace poco más de una década, aunque hasta hace tres semanas he sido invisible en su vida, y aunque ella cuando me mira no para de decirme lo guapa que debí haber sido con 20 años (cuando la conocí), siempre le digo lo mismo... que prefiero que me conozca ahora, que nos hayamos convertido en perpendiculares chocándonos de nuevo, con nuestras cicatrices y fobias, con nuestras manías e inseguridades, con nuestras canas y arrugas de tanto reír, expresiones faciales que te da la experiencia... y sobre todo con la seguridad de saber lo que no queremos ya.

"Deberían haberme avisado 

de que acabaría sintiéndome como una niña 
que aprende a sumar contando los lunares de tu espalda. 
[...]
he visto arder Madrid, 
tu edi?cio y tu colchón cada vez que nos sonreímos 
y me ha importado una mierda morir en el incendio.
[...]
Romperte la ropa, rompernos los labios. 
Quiero romperte los miedos y eres el único (y primero) al que no podría, 
ni aunque quisiera, romperle el alma. 
Yo que sé, que ahora estoy enganchada 
a cada uno de tus precipicios y a tu cielo.
Así que quédate.

Conmigo"



De:

Kilómetro - Loreto Sesma (317 KILÓMETROS Y DOS SALIDAS DE EMERGENCIA)

20/7/16

Sur en el norte

Míralas,
agarradas de la mano,
como si estuvieran improvisando atando cabos,
como si fueran a fabricar una cuerda que no se pueda romper...
pero es tarde, porque las dos están locas.
Ven el ocaso en un balcón,
callejean por el centro urbano de alguna ciudad cualquiera
bajo la mirada ignorante de vecinos cualquiera.
Pero ellas hablan,
se sonríen,
cuentan historias de otra época,
planean una huida en caravana,
se muestran heridas de batalla en la piel,
hablan de raptarse
de quién tiene las piernas más fuertes,
y...
vuelven a ser cómplices y testigos,
de algo que esta pasando
pero no esta multado,
son eximentes de la culpa de dejarse caer en la cornisa de sus labios,
de no salir corriendo,
ni hacer bombas de humo
por lo que está sucediendo.

Como dos niñas en plena adolescencia,
que apenas se han asomado al mundo y no saben lo que hay fuera...
pero no es así,
lo saben.
Saben que los para-caídas no sirven de nada,
que los finales no son felices,
son sólo eso...
finales,
saben del sabor del sexo en diferentes espaldas,
de rozaduras dejadas por manos polígamas,
de mordiscos en arterias rotas,
que cortan,
han probado que las lagrimas siempre saben a sal
aunque los motivos sean una gama cromática,
las han probado hasta deshidratarse...
saben que hay muchas cosas que hacen daño,
pero no los mensajes de "buenos días".

Una no sabe lo que es volver a casa
y la otra es de mapas de coordenadas UTM
(aunque no tenga ni idea de orientación).
Una dice que 1+1 es 2 y que 16 es la suma de 12+4,
y la otra se empeña en que 16 es la suma de 11+5,
y que 1+1 nunca sale ni par, ni exacto...
Pero asume que no tiene ni idea de números
aunque le salen las cuentas,
si cuenta con ella...
la noche vale doble,
mientras le hace un croquis en el pecho
y balizas de tatuajes,
empezando por el cuello.



p.d. habrá que inventar nuevas palabras o... simplemente no definir nada, simplemente dejarse vivir.

[Listening Maldita Zorra - Elvira Sastre]
[Reading El sexo de la risa - Irene X]

17/7/16

Ella como uno de mis dos pilares

Me puedo tirar a ti como una carta de papel a un buzón de los de antes, o como una niña a los brazos de un peluche... del Toy' saras, mismamente (o como se escriba, sabes que no soy de comercialismos).

Llevo unos días, los suficientes, como para echarla de menos (a ti también, no te pongas celosa), pero una semana en "casa", la casa donde me crié.....solo huele a ella, a la mujer de mi vida, a uno de mis dos pilares fundamentales, la otra, sigue en pie, sorda, pero sigue con más cojones que nadie, y me encanta mirarla, cojerla de la mano y abrazarla sin sentido, aunque no me escuche y hable... sin más.

Luego salgo a la calle, y las vecinas me preguntan, me dicen, y me recuerdan a ella... "que orgullosa estaría de ti" y solamente puedo asentir y sonreír... luego me hago seis horas de coche, para volver a mi otra "casa", que aunque no es hogar... es mi refugio momentáneo. Como cuando los animales heridos se refugian para estar solos, y curarse a su rollo... lo bueno o malo según se mire, es que poca gente lo entiende, y bastante tengo yo, con intentar entenderme a mi... y echarla de menos a ella.


p.d. I + I.... (=

15/7/16

Mapas...



"...Así es como aprendí a llegar tarde a nuestras citas y a tu vida. Por eso te piensas que soy un desastre, porque dices que prefiero a vivir a la deriva antes que agarrarme a tu salvavidas, pero es que no entiendes que yo solo encuentro brújula en tu saliva que no necesito, y estoy acostumbrada a la caída.

Que prefiero 1200 acantilados que un terreno llano donde ya no sentir adrenalina, sé que no lo entiendes porque lo que para ti es perder el mando, para mi es comerme la vida. ¿No sabes lo que es vivir de errores? ser siempre la que cierra las peores historias de naufragios, no tienes ni idea que es no entender eso de que hay que seguir andando, de que hay que seguir hacia delante.[...]"


p.d. los planeos....es lo que tienen, que viene Improvisación a verte.

12/7/16

Día 7... Vidas

Día 7, y desde el día 2 que pensé que el desengache iba a durar un +1, pero nunca fui buena en matemáticas, y sé que somos números... pero hace madrugadas que perdí la cuenta. Solamente sé leer microcuentos, versos inconexos o relatos simbióticos sobre... lo mismo, mientras bebo cerveza, mientras soy una de esas, que recuerda los más nimios detalles o si se sorprende de las más estúpidas casualidades... que hacen recordarla.




p.d. ... lo mejor de nada, es que todo esto es un posible secreto para ella.